Quizás una de las primeras imágenes fotográficas con vista aérea del pueblo de Santiago, un cuadro de belleza singular fue tomada por turistas alemanes. En ella podemos denotar la peculiar fisonomía del pueblo allá por el año 1982, fácilmente podemos describir el cruce de caminos aún en estado natural en aquel tiempo, la plaza desprovista totalmente de árboles, las paredes de adobe del antiguo Templo jesuítico, el Museo recientemente inaugurado por la Fundación Paracuaria, la actual Iglesia reconstruida en 1935 por el P. Vericat SJ, la Casa Parroquial y parte de la Farmacia del recordado boticario del pueblo don José Acosta.
Hablar del Museo Jesuítico construido a instancias de la donación de la Fundación Paracuaria, es retrotraernos a la visita al pueblo de Santiago, de don Jakob Laubach y su esposa Rosemarie, desde la lejana ciudad de Mainz, Alemania, visita que despertó en ellos un profundo amor a la cultura jesuítica, tanto que al retornar a Europa formaron una sociedad de amigos dentro de su propia familia, con sus amigos alemanes y con los habitantes de Santiago. Gracias a su ayuda financiera, sesenta (60) estatuas de santos pudieron ser restauradas por Tito González Díaz.
Pero el hecho más importante se conllevó en 1981, a través de una donación concedida por el Prof. Herbert Gruenewald de la Bayer, AG, Leverkusen, gesto que ofreció la oportunidad de instalar un Museo donde las esculturas estén expuestas. No fueron necesarias grandes sumas de dinero, porque el mismo Pa?i Justo Pastor Gaona supervisó el trabajo y fabricó los ladrillos y las tejas en la olería que él mismo había fundado a orillas del arroyo y’tape, ocho años antes, con la ayuda de Misereor, para remediar el desempleo de la población.
La principal obra del Museo ahora expuesta en la actual Iglesia es una escultura que representa al patrono Santiago matando sarracenos (moro). Esta obra es considerada por el Prof. Bornheim una pieza única entre los muchos ejemplares del mismo tema. La gran figura del apóstol, vestido de gaucho, cabalga sobre los enemigos de los indios Itatines que él había rescatado de la violencia de los cazadores de esclavos.
Hay también un impresionante grupo escultórico del Nacimiento, aunque las figuras de 70 centímetros de los pastores y reyes recuerdan tipos más bien europeos que indígenas.
Muchas otras esculturas pueden mencionarse; por ejemplo, un gran Cristo, la figura arrodillada de un santo no identificado, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier, San Luis Gonzaga, un Cristo sufriente, una Virgen Dolorosa y un San Juan Bautista. Todos ellos, esculpidos en los talleres de los indios, fueron en otro tiempo muy reverenciados.
Desempolvando Santiago…un pueblo que guarda historia…
Reseña Mario Ariel Amarilla
Imagen fotográfica: vista aérea de la Iglesia y Museo de la Fundación Paracuaria ubicados en la antigua plaza del pueblo de Santiago del año 1982.
Fuente: Paracuaria – Tesoros Artísticos de la República del Paraguay, 1982 de Paul Frings y Josef Übelmesser
Con Municipalidad Santiago Misiones; Hilario Rafael Acosta Galeano
